12/11/13

PARTICIPACIÓN PROYECTO YO EXPONGO: PALACIO DEL INFANTADO

El pasado viernes 8 de noviembre de 2013, se celebró el 175º aniversario del Museo Provincial de Guadalajara, el más antiguo de España, con un amplio número de actividades que abarcaron diferentes manifestaciones culturales en su “Noche en Blanco”, entre ellas una la proyección - performance de arte contemporáneo “Yo Expongo en... El Infantado”. Este, es un proyecto impulsado por el Colectivo Artístico Yo Expongo, donde se reprodujeron las obras de arte de centenares de mujeres artistas de todo el mundo a través de postales proyectadas sobre la fachada del Palacio del Infantado.

En esta ocasión, nuevamente tuve participación con el registro de una performance realizada en el 2012, esta fue una participación similar a la realizada el pasado 18 de mayo en el MNCARS (Museo Nacional Centro de Arte reina Sofía) con motivo de la celebración del día internacional de los Museos.




CARTA RECIBIDA POR CONCHA MAYORDOMO DE PARTE DEL DIRECTOR DEL MUSEO PROVINCIAL DE GUADALAJARA:

FELICIDADES A TODAS LAS PARTICIPANES.



Estimada Concha:



Me gustaría transmitirte en nombre del Museo nuestro más profundo agradecimiento por tu inestimable colaboración en la "Noche en Blanco en el Museo de Guadalajara".

Las dos proyecciones de "Yo expongoen...", tuvieron una gran acogida, mucha gente me paró para darme la enhorabuena, un éxito que es del todo vuestro. Por favor, házselo llegar al resto de organizadoras y participantes.

También fue fantásticamente bien según me cuentan las visitas guiadas a la exposición, así que doble agradecimiento en tu caso.
Mil gracias de nuevo. Tanto el Museo como yo estamos a vuestra disposición para cualquier cosa que podáis necesitar.
Nos vemos en breve.
Un fuerte abrazo


Fernando Aguado - 

Director del Museo Provincial de Guadalajara.









16/10/13

Maquínica/Domestica/Orgánica

Esta propuesta indaga la relación existente entre el cuerpo y el aparato electrodoméstico como parte de un planteamiento donde los oficios del hogar fueron designados directamente al género femenino. Las referencias desde algunas vanguardias en las cuales se instauró con mayor insistencia las nociones de “genio”, están referidas por la necesidad de revisar algunos conceptos que definieron de manera coyuntural la verdadera identidad de la “era moderna” para el rol activo de la mujer en la cultura. 
La máquina doméstica actuó como dispositivo de sujeción social, operando de este modo sobre las elecciones mismas de la mujer en el sistema, por lo tanto, la mecanización femenina de las actividades domésticas produjo en su inconsciente un símbolo repetitivo de represión donde el cuerpo femenino no necesitó ser ya protegido, sino reparado.


 PREÁMBULO:

Definir qué son los hombres y qué son las mujeres resulta ser una labor muy compleja, pues amb@s solo constituyen abstracciones modelísticas de los comportamientos que se esperan de un ser humano en una sociedad de pensamiento binario.
Existen ordenadores de identidad como son la pertenencia étnica, credo religioso, nacionalidad, etc., pero el ordenador primario a lo largo de la historia, que ha mantenido sus constantes, ha sido el género (Ya lo llamará Judith Butler, “El género en disputa”). 
El orden simbólico opera siempre de modo binario y en este caso lo masculino como categoría central, es lo que se puede significar, nombrar y ver, mientras que lo femenino es “lo otro”, lo contrario del ser, del nombre y lo visible. Es así como lo femenino va a jugar un doble papel de negación pero a su vez de constitución de lo uno (lo masculino). 

Con el surgimiento de la modernidad, el trabajo doméstico quedará al margen de las leyes del capitalismo: se formará una clara separación entre lo económico (remunerado), considerado como lo público y lo doméstico, frente a lo familiar como parte de lo privado. 

En el contexto de la Revolución Industrial ocurrirá la principal transformación de la estructura familiar: las obligaciones domésticas asociadas a la función materno-reproductora se adjudicarán exclusivamente a las mujeres como algo natural, resultando así el ámbito privado, el destinado por excelencia a las mujeres que anulaba cualquier intento de pertenecer al ámbito social o público. La división social del trabajo según los géneros, hará del hombre el productor y generador de ingresos por excelencia, y de la mujer, la encargada del mantenimiento de la vida en los hogares, del trabajo invisible, del trabajo no remunerado. Es así como las labores del hombre se contrapondrán a las de las mujeres: la producción, de la reproducción.

  “La consecuencia de ello fue que maternidad y domesticidad resultaron sinónimos de feminidad, y que estas tareas se consideraran identidades exclusivas y primarias, que explicaban (más bien que derivaban de) las oportunidades y los salarios de las mujeres en el mercado laboral. La <mujer trabajadora> se convirtió en una categoría aparte, más a menudo en un problema a enfrentar que en un electorado a organizar” (Scott, 1993: 122).


En áreas por ejemplo de maestros y maquiladoras, no hay tal discriminación, pues al ser parte de las profesiones consideradas “para mujeres” forman parte del fenómeno llamado la “feminización de la pobreza”.
El mayor porcentaje de segregación ocupacional y hostigamiento sexual lo encontramos en el área de funcionarios públicos y privados. Si bien estas áreas constituyen una élite en cuanto al trabajo remunerado en el que participan las mujeres es donde se manifiesta el fenómeno del “techo de cristal”: las mujeres pueden ascender hasta cierto nivel pero no más allá.

“Su carácter de invisibilidad está dado por el hecho de que no existen leyes ni dispositivos sociales establecidos ni códigos visibles que impongan a las mujeres semejante limitación, sino que está construido sobre la base de otros rasgos que, por su invisibilidad son difíciles de detectar.” (Burín: 1996). El “techo de cristal” forma parte de la cultura patriarcal que construye en la subjetividad femenina ciertos mecanismos que permiten tal imposición cultural desde la temprana infancia. La subjetividad de la mujer desde niña, quedará centrada en el ejercicio de los roles familiares y domésticos: el cuidado y atención de “los otros”, el obedecer siempre, el realizar decisiones fundamentales y la toma del poder estará fuera de la lógica educativa ejercida hacia las mujeres.

Algunos de los rasgos que la cultura patriarcal ha construido para configurar esa estructura superior invisible llamada “techo de cristal” para las mujeres se basa en:
1) Las responsabilidades domésticas. La doble jornada de trabajo: Ama de casa, esposa, madre, además del trabajo remunerado.
2) Nivel de exigencias. A las mujeres se les exige el doble que a los hombres en sus carreras laborales para demostrar su valía: siempre están a prueba.
3) Los estereotipos sociales acerca de las mujeres y el poder. “Las mujeres temen ocupar posiciones de poder”, “a las mujeres no les interesa ocupar puestos de responsabilidad”, “las mujeres no pueden enfrentar situaciones difíciles que requieran actitudes de autoridad y poder”.
4) La percepción que tienen de sí mismas. “Ser para otros” y no con un deseo propio. Cuando logra ingresar a los ámbitos masculinos y ante la falta de un modelo femenino “empoderado” presenta una gran inseguridad y temor de perder su identidad sexual al tener que resignificar y enfrentarse a mayores exigencias y a la intromisión de sus vidas privadas con mayor facilidad que si se tratara de un hombre.
5) El principio del logro. Al evaluar a la persona, la organización tomará en cuenta el perfil del puesto, tomando en cuenta si es hombre o mujer pese a que se encuentren en igualdad (aparente) de estudios, experiencia, etc.
6) Los ideales juveniles. Los valores con los que las mujeres se formaron para el ámbito doméstico (abnegación, docilidad, etc.) chocan con los del ámbito público (liderazgo, competencia, etc.).

Cuando las convenciones se mantienen en pie durante un largo período de tiempo, tiende a desaparecer de la conciencia de los miembros de una sociedad su carácter de construcción social. La clasificación adquiere la categoría de representación de una especie de orden natural de la realidad. Los fenómenos sociales adquieren un carácter cosificado y puede suponerse entonces que tienen repercusiones causales y activas sobre las personas. Cuando se pierde la conciencia de que las instituciones existentes han sido creadas por la acción humana resultan inimaginables las alternativas y ni siquiera se piensa en posibilidades de cambio (Peter Wagner, 1997: 143).





Referencias:
Las mujeres y el poder: María Ileana García Cossio
Feminismos latinoamericanos y sus aportes a la experiencia Moderna.Virginia Guzmán. Centro de Estudios de la Mujer (CEM), Chile. Claudia Bonan. Instituto Fernandes Figueira (IFF/FIOCRUZ), Brasil 


24/9/13

"Pariendo como diosas": Una performance de Claudia Helena Vásquez

Esta, es una performance de la artista Claudia Helena Vásquez, en ella la artista reflexióna acerca de la capacidad innata que posee cada mujer para "dar a luz", cada una con una concentración y un ritmo diferente teniendo en cuenta además la conexión que ésta ha creado con su hijo desde la concepción. Por otra parte, la artista nos recuerda cómo a través de los procesos de colonización y desarraigo la cultura occidental ha olvidado sus antiguas raíces, su conexión con la madre tierra y en última instancia con el universo; así, la mujer contemporánea opta por un sinnúmero de costumbres impuestas gracias a los avances científicos y tecnológicos entre los que se pueden destacar el uso de anestesias, partos en aguas con esencias, cesáreas, alquilamientos de vientres, partos programados en fechas específicas, y fecundaciones in vitro, todas ellas, costumbres socialmente aceptadas con el fin de que el nacimiento sea lo más cómodo posible para las mujeres o que en algunos casos el cuerpo femenino no tenga que pasar por ese estado "traumático" que conlleva un parto natural o lo que sería una gran hazaña, el "parir como una diosa".

Pariendo como diosas, 43 Sna Edificio Antioquia "La Heladería"


Pariendo como diosas, 43 Sna Edificio Antioquia "La Heladería"

Pariendo como diosas, 43 Sna Edificio Antioquia "La Heladería"

La acción consistió en  9 mujeres en el espacio de exposición (Esto en alusión a los 9 cambios lunares) cada una haciendo un recorrido lento y pausado, tratando de conectarse a su vez con su feminidad. A medida que cada mujer llegaba a un nivel de concentración adecuado, omitía con su voz un sonido, una especie de lamento o gemido (si así se desea), en donde algunas  lo producían con más fuerza  y otras producían un sonido más bajo. Finalmente cada mujer tomó la decisión de prolongar su "danza" hasta que sintió cierto grado de agotamiento, terminando la acción en la posición de la antigua diosa Tlazolteotl (la diosa luna de la fértil tierra, patrona del erotismo, del parto y del destino).



Pariendo como diosas, Muestra de Performance, Bellas Artes Medellín 

                El parto vertical: una antigua herencia


Diosa de Catal Hüyük (Anatolia, hoy Turquía)

Figuras arqueológicas muestran a diosas y a mujeres pariendo desnudas en posición vertical. Una de ellas, con seis mil años de antigüedad, muestra a la Gran Diosa de Catal Hüyük(Anatolia, hoy Turquía) pariendo desnuda sentada en un trono, flanqueada por dos leopardos sobre los que apoya sus manos mientras su vagina comienza a coronar. 
En Australia, la Serpiente Arco Iris fue pintada en una cueva como una parturienta desnuda y con las piernas abiertas y flexionadas (en forma de m) luego de haber parido a las madres de los ancestros australianos que aparecen en la pintura rupestre debajo de la diosa creadora.
En Mesoamérica, los aztecas esculpieron una hermosa escultura de Tlazolteotl (la diosa luna de la fértil tierra, patrona del erotismo, del parto y del destino) pariendo desnuda en cuclillas, las manos sobre sus nalgas y la boca abierta mostrando los dientes y gritando mientras emerge un bebé hacia abajo y mirando hacia adelante de entre sus piernas. Tlazolteotl apoya sus pies sobre unos tacos de pocos centímetros elevando los talones para así estabilizar la postura.
Una Pachamama pariendo en cuclillas, con la luna, el sol y las estrellas pintados sobre el rostro, fue desenterrada en Villa Las Rosas, ciudad de Salta, Argentina. Una de las tantas imágenes que representan el conocido parto vertical precolombino como así también el poder sagrado de la Diosa Tierra. Los gestos y actitudes de estas y otras diosas son un reflejo de las prácticas y tradiciones de las mujeres respecto del parto, a la vez que el parto vertical y en cuclillas de las diosas es un arquetipo femenino creador de la vida y de la cultura.Estas prácticas persistieron en las primeras sociedades patriarcales de Occidente como eran la griega y la romana. La diosa Ilitia, patrona de las parturientas y las parteras griegas, suele aparecer arrodillada representando tanto a la partera como a la parturienta en una variante de la posición en cuclillas. Y durante el Imperio Romano se tallaron frisos que muestran la forma en que parían las mujeres: sentadas en un sillón mientras que la partera espera arrodillada y otra mujer sostiene a la parturienta por debajo de los brazos.

Para las mujeres de culturas precristianas, parir verticalmente asistidas por parteras experimentadas y acompañadas por parientas que ya han pasado por esa experiencia iniciática, era un importante ritual femenino que expresaba la dignidad y el poder de la mujer dentro de la comunidad. Y allí estaban las diosas y las Pachamamas para guiar a las mujeres con actitudes y posturas que liberaban las energías del cuerpo y del alma en el momento de parir y en otras situaciones.
Los movimientos y contorsiones de la que está dando a luz en posición vertical dieron origen a muchas danzas del vientre y, el lugar del parto a un espacio sagrado, cálido y protegido que los templos reprodujeron con capillas, arcos y formas vaginales y uterinas. Los gemidos y gritos de la parturienta, sus instintos liberados, sus sensaciones orgásmicas y la técnica de parto vertical en sí misma servían de instrucción para las novatas que eventualmente presenciaban el parto. Y en un caso de emergencia podían parir solas.

Indígenas latinoamericanas suelen hacerlo, dando a luz en cuclillas sobre la tierra depositando al bebé con su vagina sobre una manta o un colchón de hojas y recibiéndolo con sus propias manos. 
Fuente: Parir como las Diosas: recuperando el parto vertical, por Analía Bernardo

"Pariendo como diosas"



La conquista significo una ruptura del pensamiento indígena y entre tanto caos perdimos la cosmovisión de la maternidad y el parto .La camilla y la posición que conocemos para dar a luz fue inventada por el medico de la corte de luis 14 con el propósito de que el rey y la corte viera el nacimiento de su hijo - perdimos hace mucho la idea de un parto heroico , lleno de ritos y simbolismos “ perdimos la costumbre de parir como las diosas “ .

Esta performance se realiza con la intención de representar la capacidad que posee cada mujer para dar a luz a su ritmo, viviendo cada contracción, conectándose a un nivel que va mas allá del pensamiento y la razón con su cuerpo y su hijo.

La performance cuenta con la participación de:

Carolina Echavarría Severino
Carolina Correa Molina
Daniela Posada Lòpez
Elena Hoyos
Geraldine Perez Arcila
Isabel Cristina Velásquez Acevedo
Monica Toro
Valeria Alvarez Londoño
Úrsula Ochoa



2/9/13

SE EXPANDE EL PROYECTO YO EXPONGO...

                  YO EXPONGO EN...EL PALACIO DEL INFANTADO (GUADALAJARA)
                     
El proyecto YO EXPONGO EN… surgió desde la iniciativa de las artistas Madrileñas Concha Mayordomo, Mª Jesús Aragoneses, Jasmina Merkus, Laura González Villanueva, Eva Iglesias Bilbao y Olga Isla. En su primera versión, las obras de más de 700 mujeres artistas de todo el mundo, fueron exhibidas y proyectadas públicamente en la fachada del Museo Reina Sofía (España) gracias a la dedicada gestión y orientación de sus organizadoras.



En esta ocasión, la exhibición se realizará en el Palacio del Infantado (Guadalajara).

La convocatoria estará abierta a las artistas que aún no hayan participado en el proyecto, y contará con las artistas ya existentes en el archivo. 

El Palacio del Infantado, fue declarado monumento en 1914, es una obra de Juan Guas, auxiliado por Enrique Egas en el diseño y talla de la decoración y secundado por Lorenzo de Trillo. Fue levantado a instancias del segundo Duque del Infantado, don Íñigo López de Mendoza. Su fachada es una las mejores de los palacios renacentistas españoles. Muestra grandes paramentos cerrados, cubiertos por decoración a base de puntas de diamante romboidales.



FELICITACIONES DESDE COLOMBIA A LAS ORGANIZADORAS DE TAN BELLO PROYECTO. ¡TODAS LAS MUJERES ARTISTAS LO HEMOS AGRADECIDO!

7/4/13

LEYENDO MUJERES


La lectura femenina se representó como una experiencia mimética, edificante y a la vez corrupta. Aunque la aparición de la imprenta y la consiguiente democratización de la lectura acercaron el fenómeno del libro a segmentos de la población anteriormente marginados del mismo, terminaron propiciando la emergencia de un discurso condenatorio que restringía el acceso a la mujer, a casi toda la cultura impresa. De esa visión excluyente resultó la persistencia de su imagen como lectora en las reflexiones de los censores, así como en la enumeración de los peligros que albergaban los libros para las mujeres. Según la mirada androcéntrica no se podía hablar de lectura femenina, puesto que no disponían de una lectura «real» si no de una imagen que la representa como ornamento, y que por tanto ella misma interpreta erróneamente el propio acto de leer.
Debemos explorar dicho fenómeno, a través del examen de su representación en el discurso articulado por varones. De esta manera la lectura femenina se escribió desde la negación, desde el vacío y la limitación «natural» (de ahí el negro de las imágenes de la propuesta) para participar en la mismas funciones intelectuales que sus compañeros.
En Leyendo como una mujer la imagen de una mujer (1996) Lola Luna, adoptó una función del poder masculino como modulador de la imagen femenina y las implicaciones ideológicas de estos contenidos. Intentemos pues leer la imagen de "la mujer", es decir, el signo de mujer, para observar cómo se construye lo femenino frente a lo masculino con mitos culturales cambiantes sometidos a presiones ideológicas en general. Podríamos afirmar que las mujeres son representadas de manera diferente a los hombres porque se asume que el espectador ideal es masculino, y la imagen de la mujer está diseñada para agradarle. La cultura y la ideología sexuada impidió por mucho tiempo a las mujeres tener una visión real de su intelecto apartándola desde una posición «agraciada» y «encantadora».


"Las mujeres, sujetas por la ignorancia de sus sensaciones y al haber aprendido a buscar la felicidad en el amor, pulen sus sentimientos sensuales y adquieren nociones metafísicas sobre la pasión que las lleva a descuidar vergonzosamente las obligaciones de la vida, y con frecuencia, en medio de estos sublimes refinamientos, se dejan caer en el vicio real. Estas son mujeres que deleitan las ensoñaciones de los novelistas estúpidos que, al conocer apenas a la naturaleza humana, elaboran relatos trillados y describen escenas engañosas, todo ello vendido con una jerga sentimental que tiende en igual medida a corromper el gusto y a alejar el corazón de sus deberes diarios. No menciono el entendimiento, pues al no ser ejercitado, sus energías dominadas yacen inactivas, como las partículas de fuego escondidas de forma universal, se supone que impregnan la materia. (Wollstonecraft, 1994:378).

DESCRIPCIÓN:

La obra está compuesta de 120 retratos donde el objeto de estudio fue la figura femenina en su cotidianidad. En este caso, se tomaron las obras que tenían por título "Muchacha leyendo" o "Mujer leyendo". Estas imágenes fueron intervenidas digitalmente donde el color, el fondo y el libro, son eliminados en su totalidad dejando como único elemento de la composición la figura femenina.
Cada mujer está ubicada en un lugar diferente ya que cada una hace parte de una totalidad narrativa en la obra, de ahí la estrategia de invertir el título, (Leyendo mujeres). Ahora, el espectador lee a cada mujer en su particularidad y en su totalidad desde la composición de cada imagen mediante un recorrido visual. Los retratos datan del siglo XVII al XX, donde destacan pintores como Jan Veermer, Gustave Caillebote, Charles Burton, Hans Constantin, Gustave Courbet entre otros, sin embargo, en la obra, no se referencia ninguno de estos pintores ya que el centro de atención son ellas, no quién históricamente las haya retratado. Cada imagen tiene un tamaño de 25 x 17 cm, el cual ha sido utilizado en la edición de libros de mediano formato. Por otra parte el trabajo reflexiona desde un lugar común: la representación de la mujer como objeto de estudio en las más destacadas obras del historial pictórico. El tema de mujeres leyendo fue utilizado por una gran variedad de pintores como un tema "especial" ya que "estas mujeres no leen; solo posan, según palabras de un pintor flamenco. «La intelectualidad femenina es una ficción»
"
Pintar a una mujer leyendo  es  igual de interesante que pintar a una vaca pastando"   
Charles Baudelaire










22/1/13

LA VIRGINIDAD DE URSULA, Una obra de Caravaggio

Por AVELINA LESPER

“Podrá desaparecer la especie humana y esto no cambiaría el curso de los astros” dice con toda verdad el Marqués de Sade. Nos desgarramos en guerras, enfermedades y asesinatos, y el universo, demasiado grande para nuestras pequeñeces, ni se inmuta. Lo que sí deja tras de sí la muerte trágica es la huella de sus golpes. Caravaggio, acusado de cometer un asesinato, pintó sus últimas obras mientras esperaba el indulto papal. Tal vez en el presentimiento de su muerte, une la belleza a la infinitud del dolor, hace un análisis descriptivo del ominoso conocimiento del verdugo sobre la acción que ejecuta, la inocencia de la víctima y del crimen como uno de los recursos del poder.




En El martirio de Santa Úrsula retoma el mito de la princesa virgen que es asesinada por el rey de los hunos. En la pintura, Caravaggio reinventa la dramatización de la escena para mostrarnos al responsable. El rey está de frente y en un hecho absolutamente irreal e improbable, dispara a unos pasos de distancia la flecha que atraviesa los senos de Úrsula. Ella mira cómo la flecha la penetra, es el instante previo a su muerte, no hay sangre, no hay herida. La ve con extrañeza, nos damos cuenta de que su ignorancia la hace virgen. Úrsula es alcanzada por la muerte antes que la comprensión de su propio asesinato, muere sin saber qué está pasando, por qué la muerte llega de esa forma. En cambio, el asesino sí lo sabe; él vivirá consciente de lo que hizo. Observamos al rey, conocemos su rostro; él y nosotros sabemos qué ha hecho. La delicadeza de la actitud de Úrsula contrasta con la penumbra en la que Caravaggio rodea a la escena, ella viste un espeso lienzo rojo, metáfora de la inmensa atrocidad que está sucediendo. Los brazos del rey conservan la posición del reciente lanzamiento, su mirada sigue el trayecto de su ofensa, se asegura de haber dado en el blanco, de haber matado con certeza. Caravaggio mismo presencia la escena detrás de Úrsula, clama al cielo conteniendo las lágrimas, incapaz de protegerla, dejándola cumplir su destino.


Las cianotipias de Anna Atkins: la belleza que conjugan el arte y la ciencia

Anna Atkins (1799–1871), Dictyota dichotoma, in the young state & in fruit , from Part XI of Photographs of British Algae: Cyanotype...